Portugal auténtica
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Portugal es tierra de gentes amables, afectuosas y hospitalarias, siempre dispuestas a complacer al viajero y a compartir con él sus tesoros más preciados.Los portugueses son un pueblo que siempre espera que vayas a visitarlos y a gozar junto a ellos de sus playas, de sus islas paradisíacas, de su gastronomía o de su inacabable patrimonio histórico, forjado por la sensibilidad de un pueblo sacrificado, aventurero, sereno y tenaz.
A poco que lo conozcas, Portugal te mostrará que cuenta con innumerables destinos, a cual más interesante y atractivo. Es imposible que no seas feliz en Portugal, con un amplio abanico de ciudades, playas, lugares, espacios naturales, paisajes de ensueño o enclaves con poder y atractivo sobrado para procurarte la plena satisfacción y los momentos más ricos e inolvidables. Diseña tus más deseados viajes a medida en Portugal, con In Travel.
Si vienes a disfrutar de tus vacaciones en Portugal, siempre serás bien recibido y sentirás en cada minuto que tus anfitriones no desean que te marches sin gozar de la dicha que propicia un país tan generoso y acogedor.Portugal te reserva siempre las más preciadas sorpresas en los destinos más espectaculares. Tienes mucho y valioso para elegir si nace dentro de ti la ilusión por vivir tu propio viaje personalizado a Portugal, a la medida de tus ilusiones y tus sensibilidades.

La capital del turismo en Portugal representa una visita casi obligatoria para cualquier visitante que decide emprender un viaje de placer. La historia se deja sentir en sus calles y plazas y nos muestra un legado interminable de monumentos, museos y lugares de enorme valor patrimonial. Hasta tal extremo, que serán necesarias varias jornadas para poder admirar tan solo los puntos de interés más relevantes de Lisboa y de su área metropolitana.Una vez en Lisboa, resulta imprescindible acudir a dejarnos impresionar por la Torre de Belém, un recinto construido para la defensa la de la capital, a la orilla del bello estuario del Tajo y junto al Monasterio y la Iglesia de los Jerónimos. Tanto la Torre de Belém como el Monasterio de los Jerónimos fueron edificados entre los siglos XV y XVI, y ambos reflejan fielmente la identidad de la capital con su inconfundible estilo manuelino, representativo de los tiempos en los que Lisboa y sus habitantes lograron un mayor esplendor y prosperidad. De hecho, en el Monasterio de los Jerónimos encontraremos la sepultura de Vasco de Gama, así como una intensa evocación nostálgica a la época de los descubridores portugueses.
También son más que recomendables las visitas a la Catedral de Lisboa, al Castillo de San Jorge, al Monumento a los Descubrimientos, a la Iglesia de San Roque, a la Basílica de Estrela, al Monasterio de San Vicente de Fora, a la Iglesia de Santo Antonio y un largo etcétera que complacerá al viajero más exigente y con mayores inquietudes por la historia, el arte y la cultura.
Tampoco podemos dejarnos atrás gozar de un pausado paseo en el viejo tranvía de Lisboa, ni tampoco caminar por la Alfama o la Baixa Lisboeta y perdernos entre sus tiendas y en la permanente animación de sus calles.
Lisboa no puede faltar en tu circuito personalizado a Portugal. Consulta con In Travel y diseñaremos tu ruta a medida en Portugal.

Oporto es una ciudad caótica, singular, rancia, angosta, vetusta, pero con un encanto muy especial que no pasará desapercibido ni tan siquiera para el turista más imperturbable.Oporto es la segunda ciudad de Portugal, la capital de la región situada al norte el país y cuyo carácter e identidad vienen intensamente definidos por el Río Duero, que la atraviesa, y por el tradicional, secular, histórico y artesano vino de Oporto, apreciado, deseado y valorado en cualquier lugar del mundo.
El viajero que recala en Oporto no puede dejar de visitar su incomparable centro histórico, la Catedral, la Iglesia y Torre de los Clérigos, el Palacio de la Bolsa, el Palacio Episcopal, el Ayuntamiento y sus airosos puentes sobre el río Duero. Y tampoco está de más programar alguna escapada a sus bodegas más representativas de de vino de Oporto.
Vive la vieja ciudad y las bodegas de Oporto en tu viaje personalizado a Portugal.

Si buscas playas espectaculares, pueblos acogedores, paisajes imponentes, deportes náuticos, campos de golf, sol y naturaleza, lo tuyo es la región de El Algarve, emplazada en el sur de Portugal.Desde hace décadas, El Algarve ostenta una imagen internacional y un prestigio más que justificados gracias a sus playas interminables, con arenas finas y doradas, aguas transparentes, grutas enigmáticas, acantilados colosales y un clima verdaderamente amable en todas las épocas del año. Si tu viaje personalizado a Portugal tiene como destino las playas de El Algarve, lo más probable es que quieras regresar a la más mínima ocasión y abandonarte al placentero aire de sus costas.
Pero El Algarve también te brinda la posibilidad de practicar el golf en alguno de sus 30 campos, recintos al más alto nivel siempre ubicados en entornos naturales que los convierten en cita obligada para miles de aficionados y profesionales del golf procedentes de todos los confines del planeta.
Quizás el mayor activo que nos reserva El Algarve es su extenso y diverso patrimonio artístico y monumental, fiel testigo de una historia que merece la pena sentir y conocer. Castillos, fortalezas, iglesias y palacios nos dan cuenta de esplendores pasados que dejaron huella en sus ciudades, pueblos y aldeas. Desde la capital de El Algarve, Faro, hasta las más pequeñas poblaciones de pescadores, nos espera todo un universo de rincones hermosos y pintorescos. Una verdadera invitación a callejear o simplemente disfrutar de la singularidad del ambiente y de la arquitectura en lugares como Albufeira, Tavira, Lagos, Portimão, Monte Gordo o Vila Real de Santo Antonio.

Casi todo el mundo piensa que Madeira es una isla, pero en realidad es también un archipiélago compuesto por las islas de Madeira, Porto Santo y también por tres islas menores que no están habitadas y que se denominan Islas Desertas. No obstante, es Madeira la que se ostenta el más destacado cartel turístico y la que recibe cada temporada cientos de miles de visitantes, cautivados por sus playas, por sus cálidas aguas subtropicales y por su clima, siempre templado y bonancible. Su capital Funchal ha sabido conservar ese aire marinero y cosmopolita que le confieren haber sido un importante puerto en el Atlántico para navegantes de muy diversas nacionalidades, allá por los siglos XV y XVI.Tal vez el mayor atractivo de la isla de Madeira esté en su impresionante sucesión de paisajes, fruto de su abrupto origen volcánico. En realidad, Madeira viene a ser como la cima de un impresionante volcán emergente, plagado de enclaves naturales de una caprichosa belleza. Serenos valles, escarpadas cordilleras y algunos de los acantilados más grandes del mundo componen en Madeira mil imágenes y estampas que el viajero no se cansará de contemplar y fotografiar.
Si buscas en Madeira playas en forma de extensos arenales, tal vez te resulte difícil encontrarlas si no es en la vecina isla de Porto Santo, en la que si destaca su inacabable e impresionante playa, toda una delicia para los más adictos a los baños del sol y mar. No obstante, en Madeira si podrás gozar de un buen número de fantásticas piscinas de agua de mar que satisfacen con plenitud cualquier apetencia del viajero deseoso de refrescarse, bañarse o nadar.
Al igual que ocurre con otros destinos en Portugal, Madeira cuenta con un notable patrimonio artístico, fruto de las riquezas y la prosperidad que le depararon épocas pasadas. Conviene dejar espacio en la agenda para gozar de su circuito de museos, de sus viejos castillos y fortificaciones militares, de sus casas solariegas, de sus templos y de sus conventos. Además, la arquitectura histórica manuelina muestra en Madeira una peculiar y única fusión entre elementos de aire colonial, detalles de estilo gótico, todo ello labrado en la oscura piedra volcánica que define y caracteriza la identidad de la isla.

Las Azores no son solo el lugar en el que se forma el mítico anticiclón, ya que hablamos de un archipiélago compuesto de nueve islas, en mitad del Océano Atlántico, a unos 1.500 kilómetros del territorio continental de Portugal. Las nueve Islas Azores conforman un verdadero paraíso, tan valioso como hermoso y desconocido, en el que los espacios naturales, el paisaje casi irreal y una pujante biodiversidad vegetal y animal incitan a visitar las islas una y otra vez.Las Islas Azores tal vez puedan calificarse como un lugar para la sorpresa permanente, ya que la grandiosa belleza de su patrimonio natural no se parece a la de ningún otro enclave. Volcanes extinguidos, cordilleras escarpadas, bosques terciarios, playas salvajes, aguas cristalinas y flores, multitud de flores que crecen libres casi en cada rincón de cada isla. No en balde, una de las Islas Azores es conocida como la isla de Las Flores.
Las Islas Azores siempre brindan al viajero experiencias únicas e inolvidables, como contemplar grupos de ballenas piloto o delfines en su hábitat natural o dejarse deslumbrar por la majestuosidad del volcán o montaña de Pico, en la Isla de Pico, la cima más elevada de todo el territorio de Portugal, con 2.351 metros de altura.
